lunes, 30 de abril de 2007

"De Sotana Caida"

La crisis de vocaciones sacerdotales en la Iglesia Católica peruana.
Hace algunos meses recibimos la noticia de la integración de los seminarios diocesanos de la sierra centro-sur del pais en uno solo, por el motivo de la carencia numérica de seminaristas en cada uno de ellos. Los obispos de las diócesis que han intervenido en esta acción adujeron que, entre los propositos de ella se encontraban el abaratamiento de costos de manutención y educación de los futuros religiosos, así como la puesta en acción de nuevos intentos de atraer vocaciones.

Ahora bien, las preguntas que cabría hacernos son ¿bastará lo hecho por estos purpurados para multiplicar las hoy escasas vocaciones entre los católicos? ¿Es solo exclusivamente de las jurisdicciones eclesiasticas andinas esta problemática?.

Me inclino a responder con un no a estas cuestiones. La precariedad del número de aspirantes al sacerdocio, si bien es más considerable en ciertas zonas del Perú católico, es una realidad endemica de toda la Iglesia Católica del pais. Acertadamente ha señalado, en varias ocasiones, el historiador y sacerdote jesuita Jeffrey Klaiber, que este problema institucional de la Iglesia se remontra a los inicios del Perú republicano, desde cuando comenzó a disminuir el número de clérigos nativos. Sin embargo, otros procesos más cercanos en el tiempo han agravado la situación. El mas saltante es la creciente secularización del continente europeo, que ha repercutido en la propia Iglesia de esas tierras, con la disminución de sus vocaciones. Ello ha provocado que América Latina ya no se nutra con la llegada de nuevos religiosos del otro lado del Atlántico. Entonces es que surge la necesidad de que ese déficit sea cubierto por religiosos locales, lo cual no se esta dando de acuerdo a los requerimientos poblacionales.

A lo anteriormente dicho podemos sumar como causa el incremento, en proporciones geométricas, de la presencia de otras denominaciones cristianas en el Perú, en su mayoria de caracter pentecostal. Es indudable y palmario que éstas han logrado calar hondamente entre la poblacion juvenil del pais. Basta pasar por alguno de sus templos (muchos de ellos, locales de antiguos cines) para constatar esta realidad. Si hay algo que reconocer es que estas nuevas iglesias hacen uso de medios de evangelización mas novedosos, en los que intervienen ritmos musicales modernos con letras cristianas. Mientras tanto, en los templos católicos, la presencia juvenil es muchisimo menor a la de sus pares evangélicas, muy probablemente por el mantenimiento de la ortodoxia en sus ritos y por lo conservador de sus medios de evangelización, a causa no del bajo clero, sino de la alta jerarquia eclesiástica , que se aferra a la tradición, y de ciertos obispos que interpretan cualquier posibilidad de innovacion como herejia o blasfemia.

Actualmente la juventud cristiana forma parte, en buen número, de otras denominaciones distintas a la católica. Por ello, la Iglesia Católica del Perú (en la que milito) no cuenta con "materia prima" para renovarse en la vida consagrada. Es por este motivo que, antes de preocuparse por la carencia de sacerdotes, el objetivo debe ser la innovación dentro de ella misma, de acuerdo al contexto actual, para así motivar a la juventud a interesarse por ella y por su doctrina.




(Publicado en Perspectivas, Boletin n.1. Abril de 2007)