jueves, 11 de octubre de 2007

Con "M" de.................Mariátegui


Aldo Mariátegui es uno de esos tipos que puede hacerte pensar que la estupidez es una patología progresiva, capaz de hacer polvo cualquier vestigio neuronal.

Si bien es cierto que en sus columnas matutinas del diario Correo ya nos tiene acostumbrados a hacer gala de la "intelectualidad wikipedia"(calificada asi por un reconocido periodista), la publicada el dia 9 de octubre realmente desnuda la mezquindad de sus sesos.

La cito textualmente:

"Si hubiera sido ministro de Guerra durante la guerra con Chile, Grau hubiera tenido un serio problema conmigo para explicarme por qué diablos perdió valiosos momentos en ponerse a recoger enemigos tras hundir a La Esmeralda en Iquique en lugar de unirse a La Independencia y hundir juntos a La Covadonga. Hubiera sido un gran triunfo, a tan sólo un mes de empezado el conflicto. “Oiga, no sé si se ha enterado de que estamos en guerra y que no hay sustituto para la victoria. Oiga, se le paga para eliminar enemigos, no para recogerlos. Oiga, Ud. es un militar y no un salvavidas. Oiga, esa gente quiere destruir a nuestro país. Oiga, esos después abalearon a los náufragos de La Independencia. Oiga, una guerra es el hecho más serio que le puede suceder a una república, no es un partido de fulbito con fair play para tribunas. Me hundía primero a La Covadonga y después podía jugar al boy-scout o al baywatch, caballero”." (Publicado en Correo, martes 9 de octubre de 2007).

Despues de leer aquel fragmento, afloraron en mi diversos sentimientos; desde la indignación ante el ensuciamiento de la memoria de uno de esos pocos peruanos que ha sabido ponerse los pantalones para afrontar una situacion nacional terriblemente adversa, como fue Grau; pasando por la estupefacción ante el pensamiento asesino de este proxeneta del periodismo; llegando a la lastima por constatar que en este pais, teniendo dinero se puede llegar a publicar manifestaciones de desmedida ignorancia como la anterior.

Presumo que para escribir su editorial del dia 9, Mariategui ni siquiera tuvo el tino de revisar una texto escolar de Historia del Perú (pedirle que leyera un texto especializado sobre la Guerra del Pacifico a este señor ya seria demasiado, a pesar de que estemos en el mes morado). Si lo hubiera hecho, habría podido darse cuenta de que el choque entre las escuadras peruana y chilena del 21 de mayo de 1879 -según nos relatan los cronistas de la época- terminó dandose en dos lugares: en Iquique -donde el Huascar habilmente hundio a la Esmeralda-y en Punta Gruesa, que fue la zona hasta donde llego la Independencia en su persecución a la vetusta goleta chilena Covadonga. No hay que dejar de anotar que, entre ambos navíos, la Independencia se hallaba en superioridad tecnologica , y con todas las condiciones para derrotar a la obsoleta antigua embarcación de la armada española. Es más; si la Independencia fue hundida, no fue por la astucia del enemigo, sino por obra de una roca submarina en la que encalló. Grau seguramente no contó con la posibilidad de que la nave mas poderosa de la marina peruana fuese perdida en estas circunstancias.

Grau hizo lo que tenía que hacer en Iquique, y no solamente cumplió con su deber, sino que lo excedió al manifestar una loable caballerosidad al auxiliar al enemigo derrotado (caballerosidad que, seguramente, no alcanza a entender la limitada capacidad cognitiva del director de Correo). En lo ocurrido con nuestro blindado siniestrado no tuvo mayor responsabilidad. Si hubiese querido, habria podido dar caza a la Covadonga hasta derrotarla, pero lo prioritario para el fue el rescate de los que quedaron vivos, tanto chilenos como peruanos (los de la Independencia). Y pienso que no se equivocó.

Ahora bien. Dejemos que Grau descanse en paz y volvamos a hablar de Aldito, aquel individuo que ahora se siente capaz de dar lecciones de patriotismo incluso al propio "Caballero de los Mares", cuando el entreguismo prochileno y pronorteamericano que destila en sus columnas es palpable. ¡Qué hipócrita! ¡Qué fariseo!.

Aldito: ¿Dice usted que si hubiese sido Ministro de Guerra habría aleccionado a Grau?. No creo. Más bien, pienso que si usted hubiera comandado el Huascar o la Independencia, las habria hundido antes de cualquier combate y se habria entregado con el rabo entre las piernas a los chilenos, ofreciendose de "soplón", cual felipillo decimononico.

Mejor ni pensar qué hubiese escrito usted en algún diario de la epoca:" ¡Carajo!. ¡Dejen en paz a las salitreras , Bolivianos indios de m....! ¡Viva la inversión privada!"

Mas terrorífico resultaría siquiera imaginarlo a usted como presidente peruano en aquella coyuntura. Posiblemente el entreguismo habria sido tal que si hoy hablaramos del Perú, tan solo nos refeririamos a Tumbes.

Pero, gracias a Dios, usted es de esta epoca y no de aquella. Pensándolo bien, pudo haber sido peor.

martes, 9 de octubre de 2007

Grau y la Guerra del Pacifico.

8 de octubre.Con seguridad puedo decir que es la unica fecha cívica que tomo en serio.

La figura de Miguel Grau para mi ha sido, desde muy chico, un paradigma estimulante y aleccionador. Y aun hoy, a pesar de la relativamente poca importancia- en comparacion con mi niñez- que le concedo a la exaltación de las ilustres figuras castrenses del pasado, mi aprecio por el denominado "Caballero de los Mares" permanece incólume. Quizás porque el hermoso panegírico que se me inculco de él en los años escolares no se alejó tanto de la realidad del personaje.

Ahora bien; es cierto que la Historia no solamente consta de las gloriosas hazañas de reyes, papas, jefes de estado o adalides militares. Sin embargo, obviar el nombre de Grau, al abordar la Guerra del Pacifico, no nos permitiría brindarle una explicación a la prolongada y tenaz resistencia que la Marina peruana ejerció para dilatar el advenimiento de una derrota practicamente inevitable.

En el papel, al inicio del conflicto marítimo, la guerra estaba aparentemente perdida. Frente a los obsoletos y descuidados blindados peruanos (el Huascar y la Independencia), se hallaba una armada chilena modernizada. Despues, tras el irremediable hundimiento del segundo de los buques peruanos en Punta Gruesa, la situación tenia un agravante más (A ello tambien sumemos la ineptitud y la corrupcion de las altas esferas estatales del pais; causa fundamental del la derrota). A pesar de ello, la genialidad y audacia de Grau permitieron que el viejo monitor insignia de nuestra escuadra consiguiese sendas victorias enfrentando y capturando embarcaciones enemigas, no obstante la precariedad de su infraestructura. Solamente una emboscada en Punta Angamos pudo frenar la gesta del marino piurano.

Grau durante la guerra no solo tuvo que enfrentar a los chilenos. Me animo a decir que sus principales adversarios se encontraron entre sus propios compatriotas; entre aquellos que desoyeron sus peticiones de modernización de la marina peruana, mientras ejerció su labor parlamentaria. Ya en el retumbar de cañones, supo hacer uso del unico recurso con el que contaba-su viejo buque- , lo aprovechó al máximo, y luchó hasta donde pudo, entregando incluso la vida en aquella empresa; una empresa que posiblemente estuvo perdida desde un inicio, pero que Grau no quizo perder facilmente.

A Grau no se le debe reprochar nada. Todo lo contrario. Demostró lealtad a un ideal y compromiso en el cumplimiento del deber. Su desempeño ha sido una demostración de que en la Historia hay individualidades que cumplen un rol fundamental. Era y sigue siendo un modelo a ser imitado.

Más que "el peruano del milenio", Grau fue un autentico peruano.